¿Te has preguntado alguna vez por qué a la gente le cuesta tanto cambiar?

Last updated on: Published by: Raúl G. Álvarez 0
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Seguramente te has preguntado más de una vez por qué en el mundo actual de cambios constantes y donde la tecnología avanza 10 veces más rápido que el año anterior las personas oponen tanta resistencia en su vida diaria a cambios en nuevos planes de trabajo, en la aplicación de nuevas tecnologías o en nuevas normativas, incluso en su vida diaria fuera del trabajo dónde ya hay unos hábitos aprendidos anteriores. Seguramente te preguntes por qué te pasa a ti mismo. A mi también me pasa.

Según estudios neurocientíficos el cerebro humano está altamente adaptado para mantener la resistencia al cambio (homeostasis), ya que el cambio el cerebro lo puede percibir como una amenaza a la estabilidad. Cuando enfrentamos un cambio, como dejar un hábito o adoptar uno nuevo en el sistema emocional del cerebro puede desencadenar una respuesta de estrés, lo que crea a su vez resistencia al cambio. Estas y otras teorías son apoyadas por diversos neurocientíficos como David Rock y Robert Sapolsky.

La resistencia del cerebro reptiliano

Desde otra perspectiva neurocientífica el cerebro reptiliano  que es la parte más primitiva de nuestro cerebro se enfoca en la supervivencia y la seguridad. Su principal función es mantener patrones de comportamiento establecidos que han resultado en la supervivencia en el pasado. Cuando la persona se enfrenta a un cambio, esta parte del cerebro puede activarse, generando miedo o resistencia, ya que lo desconocido se percibe como una amenaza para la supervivencia.

El cambio también implica un gasto de energía mental significativo. El cerebro humano consume una cantidad considerable de energía para procesar y adaptarse a nuevas situaciones, aprender nuevas habilidades y romper patrones de comportamiento existentes. Esto puede resultar en fatiga mental, que a menudo lleva a la resistencia al cambio, ya que el cerebro prefiere conservar su energía  para otras tareas esenciales primitivas de supervivencia como comer, cazar y reproducirnos (hábitos adquiridos en la prehistoria).

Ahora que ya lo sabes puedes intentar controlar tu cerebro reptiliano y comenzar a adoptar todos esos cambios que habías planeado alguna vez y que seguro te van a ir muy bien a ti y a tu empresa.

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